La Iglesia es un continuo diálogo: con uno mismo; con los cercanos; con parroquias e instituciones cercanas; con las administraciones y asociaciones locales; con nuestra diócesis y la Iglesia universal.
Y os proponemos un largo y pausado diálogo con todos aquellos que os acercáis a la parroquia. Sobre la vida y como la sientes tú y los tuyos.