CATEQUESIS DE INFANCIA
La infancia es tiempo para despertar capacidades que luego permitan ser libre en sucesivas etapas. Nosotros nos encargamos de la espiritual y les presentamos el mensaje de Jesús para un primer conocimiento.
Lo hacemos con sus familias y con el cariño todos los catequistas que quieren formar una segunda familia. Juegos, dinámicas, excursiones... contribuyen a alcanzar el horizonte de las comuniones, la primera etapa en la alianza personal con Dios
Ofrecemos varios días y horarios durante la semana para facilitar la participación de los niños. Más información abajo.
Catequesis qué significa:
“Resonarâ€. El resonar de la palabra de Dios en el corazón de quien aprende desde cero a vivir la vida cristiana.
Catequesis hoy no es sólo de iniciación cristiana, sino despertar religioso, y el primer anuncio del Evangelio que pueda llevar a los niños, antes de aprender por aprender, a tener una experiencia gratificante de Dios y un deseo de convertirse a Él.
Los catequistas han de ser provocadores del evangelio desde el contagio y el testimonio de sus vidas, más que del magisterio.
Lo que debe ser la catequesis de niños:
- Como la catequesis de Jesús, debe ser una catequesis de y en el amor.
- Una catequesis pensada, programada y planificada.
- Una catequesis comunitaria, vivida en y para la comunidad. Celebrada comunitariamente.
- Los conocimientos de las verdades de fe deben afirmarse en experiencias que realicen los chicos, especialmente a través de la iniciación en la oración y la liturgia.
- Debe ser alegre, dinámica, divertida, en un clima de fiesta, de encuentro, de admiración gozosa de las maravillas de Dios.
- Tiene que basarse en la confianza, el encuentro y el Amor de Dios.
- Debe presentar un Dios cercano, cariñoso, que quiere nuestro bien, que nos ama, que está siempre con nosotros y nos cuida.
- El niño debe vivir un encuentro personal, espontáneo y directo con Dios. El niño tiene que vivir esa experiencia de Dios, y de sus hermanos, y luego interiorizarla en su corazón (catequesis vivencial).
- Preparar al niño en la vida de la iglesia y en la celebración de los Sacramentos. No debe ser fragmentaria. Contendrá todos los misterios de la fe y su repercusión en la vida del niño.
- Debe contar con la presencia y la participación de los padres y familiares, en un acompañamiento permanente.