Esta etapa normalmente va ligada a un cambio de rutina, donde los jóvenes a partir de 18 años, se enfrentan a nuevos retos y a tomar decisiones que en gran medida marcarán el rumbo de sus vidas. Tiempos de realismo, de perseguir sueños, de aceptar los que solo son eso, deseos. Tiempo para aquellos que se convierten en retos. Tiempos de aceptar la existencia con su maravilla y crudeza. En estos grupos se pretende alumbrar los discernimientos personales con la luz de la Palabra. Se crea un espacio para compartir sus preocupaciones y alegrías con jóvenes que puedan compartir experiencias similares y con unos catequistas como guías para poner a Dios en el centro.
Los grupos se reúnen por edades 1 hora a la semana, en su mayoría el domingo a las 19.30 después de la Eucaristía, aunque hay grupos en otros momentos de la semana adaptándose a las necesidades de cada uno.
Están acompañados por 16 catequistas en total, comprometidos con su propia formación y coordinados entre ellos y con el resto de equipo de pastoral de la parroquia. Para ello, tienen una convivencia al inicio del curso y desde entonces se reúnen los jueves a las 20.15 cada 2 semanas.